De niña me encantaban las matemáticas y siempre quise ser contadora. Me dedicaba a servir mesas para pagarme la universidad y pronto me di cuenta de que vivir el momento con la gente era tan emocionante como afilar mis lápices y usar una calculadora. Por lo tanto, comencé mi carrera profesional en el área de la salud, ya que es ahí donde encontré estas dos cosas conviviendo. Vine a Mountain Park en 2002 porque la misión de la organización me habló. Me encanta venir a trabajar porque todos los días son inesperados y mis interacciones con los pacientes/empleados me mantienen conectada a tierra y agradecida por los privilegios que la vida me ha brindado.

Uno de mis momentos favoritos en Mountain Park fue cuando abrimos la Clínica Maryvale. Me hicieron llorar el día de la gran inauguración mientras estaba sentada en el área de espera observando las reacciones de los empleados y los pacientes ante la introducción de esta instalación de última generación en su comunidad. Para mí, revitalizar algo que la gente solía tener miedo de visitar realmente fue una sensación increíble.

Me apasiona el trabajo, pero me apasiona más ser una buena esposa y madre. He estado casada por más de 20 años y tenemos dos hijos juntos. Ambos son ávidos jugadores de fútbol. Por lo tanto, la mayor parte de mi tiempo libre lo paso en una silla de campo, animando en voz alta en la línea de las banquillas. Elijo ser voluntaria con sus organizaciones de fútbol, así como con la ciudad de Tempe (mi ciudad natal) como una forma de enseñar a mis hijos la importancia de sentirse conectada con una comunidad y, lo que es más importante, devolver a mi comunidad.

Educación:
Universidad de Arizona (1995)
Universidad de Phoenix (1998)

Dato curioso: Mi día favorito del año es mi cumpleaños, ya que puedo celebrarlo con mi mejor amiga, mi gemela idéntica.